Mi pueblo
Mi pueblo es muy chulo, pequeño y divertido. Me encanta juntarme en sus plazas con mis amigos, salir con ellos por las noches y caminar con mi familia por sus sendas y parajes.
Mi pueblo es tranquilo, y huele… especial. Me gustan sus gentes, sus calles, sus fiestas y hasta su no pasar el tiempo. Mi pueblo se llama Tramacastiel
¿Y el tuyo?
¡Ah! ¿Que tu no tienes pueblo?
Vaya, si quieres te dejo el mío
Hostería La Barbacana
Hostería La Barbacana está en Tramacastiel, mi pueblo. Allí está Marta que os invita a pasar unos días con nosotros. Os podéis alojar en una de sus ocho habitaciones, a cada una la hemos llamado como un rincón de mi pueblo, río Tramacastiel, peña la horca, etc…
Nuestro hostal es sencillo y pequeño, pero lo cuidamos con todo el cariño del mundo. En nuestro restaurante se pueden degustar productos de la tierra, tenéis que probar las güeñas, los embutidos de caza, los quesos, pero también las tostas o cualquier otro plato de nuestra carta.
¿Qué se puede hacer en mi pueblo?
Si venís podéis visitar la iglesia, la ermita de Santa María o el horno que se ha restaurado tal y como lo tenían nuestras abuelas.
También podéis recorrer nuestras rutas senderistas. Hay varias que parten desde La Barbacana y que os permitirán disfrutar de la naturaleza que nos rodea.
Pero si solo preferís descansar y dar un paseo os invito a llegar hasta el nacimiento o recorrer la senda viva, un camino en el que hemos colocado información de la fauna y flora autóctonas.
Mi pueblo es chulo en cualquier época del año
En mi pueblo cuando es verano hace calor, como en todos los sitios. Pero cuando el sol se oculta tras las montañas empieza a hacer un fresquito… En estos meses calurosos no tiene precio.
En otoño la montaña nos regala una paleta de colores amarillos, rojizos, marrones y verdes que son un regalo para la vista
El invierno ya no es tan duro como antes, aunque hace frio ya no nieva tanto y así podemos disfrutar de los alrededores ¡Siempre bien abrigados!
Y luego llega la primavera, cuando vuelve el verde. La alegría de la nueva vida se percibe por todos los rincones.
Lo dicho si no tienes pueblo, te presto el mío.