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Casas cueva de Libros.

Casas cueva

Casas cueva de Libros

Las casas cueva y el barrio de las minas de Libros es algo que pasa desapercibido para el que no lo conoce, aunque se ve a simple vista. Aquí desde Hostería La Barbacana vamos a intentar captar tu atención para que conozcas este lugar, en otros tiempos bullicioso, a través de su historia.

Las casas cueva hoy

Lo que hoy podemos visitar del barrio de las minas no es más que una pequeña parte de lo que en su día fue. Por fortuna existen personas como Julián Martínez que nos han devuelto una pequeña parte de su historia ¡Gracias Julián!

Julián es un vecino de Torrebaja que una vez jubilado quiso recordar una parte de su pasado. Por eso puso manos a la obra. Él no residió en las casas cueva de Libros pero si que tenía familia y las conocía a la perfección. Poco a poco y con poca ayuda ha ido restaurando una docena de ellas con la intención de que sean lo más parecido posible a lo que fueron. La verdad es que hay que felicitarle por su trabajo y dedicación. Ojalá hubiera más gente como él en este y otros muchos lugares.

¿Por qué existen las casas cueva?

El barrio minero de Libros comenzó a fraguarse allá por el siglo XVIII. En el último tercio (aproximadamente en el año 1760) comenzó la explotación del yacimiento de azufre allí existente.

Desde el inicio las casas cueva excavadas por los trabajadores fueron su hogar. En un terreno tan apartado y con pocos recursos supusieron una solución imaginativa y acertada sin duda.

Dos periodos de explotación

Estas minas tuvieron dos periodos de explotación entre los que hubo unas décadas de parón. La primera se extiende entre finales en el siglo XVIII y casi todo el siglo XIX.  Es en el año 1889 cuando se detiene la producción.

En mitad de este siglo XIX, en 1847 para ser exactos, el barrio minero contaba con “176 casas de muy mala construcción, algunas de ellas metidas dentro de cuevas”. Ya hemos encontrado las casas cueva.

Un personaje tan importante como Pascual Madoz (que llegó a presidir el consejo de ministro) nos explicaba las características de la explotación. Nos dice que la empresa Zapateu y consortes, que la explotaba, había construido una magnífica fábrica con toda clase de almacenes, habitaciones y oratorio y que contaba con diversos hornos de fundición.Pascual Madoz, de José Nin y Tudó (1873), Congreso de los Diputados (2).jpg

La última parte de la vida de las minas está ligada a la empresa Industrial Química de Zaragoza que la adquirió en 1910. Fue la propietaria de las minas hasta su cierre en 1956.

Las casas cueva desde el principio

Como ya os he mencionado antes las casas cueva fueron las viviendas principales de los mineros desde los inicios del barrio de las minas. Ya en esta última época, en el siglo XX se construyeron por parte de la empresa zaragozana propietaria algunas viviendas de dos plantas como residencia tanto de trabajadores como de directivos, así como para personas que vivían en lo que para entonces era un pueblo de grandes dimensiones.

Algunos de los trabajadores a pesar de tener la posibilidad de vivir en las nuevas viviendas preferían seguir viviendo en las casas cueva. Estas protegían mejor del calor que provocaban los hornos y del polvo de azufre que flotaba en el ambiente.

El barrio de las minas ¿la capital?

Durante los años posteriores a la Guerra Civil la mina y los hornos llegaron a tener unos 1000 trabajadores. Si se unía a esto las familias de estos la población era de alrededor de 2000 personas. Desde luego mayor que los pueblos de alrededor y todo se entroncaba alrededor de las minas y de los hornos de los que se extraía el azufre.

En esta época muchas personas que pasaban por aquí pensaban que estaban en la capital. Además de la fábrica, los hornos, los almacenes, etc… el barrio de las minas contaba con panaderías, carnicería, tascas (como la bombilla) y asociaciones y todo lo que podía pedirse para vivir entonces.

La industrialización era evidente llegándose incluso a construir un pequeño ferrocarril interior para el traslado de la materia prima, es decir, era un pueblo próspero. Hay que decir que había excavados por entonces más de cinco kilómetros de galerías subterráneas para la extracción del mineral de azufre.

El tren, de vía estrecha, trasladaba el azufre para almacenarlo, ya en sacos, en el almacén. Este almacén aún está de pie hoy en día y se encuentra en la misma carretera nacional. Son dos edificios que hoy ya tienen otros menesteres. Desde allí después se distribuía hacía Teruel y otros lugares.

El fin del barrio de las minas

Con el paso del tiempo las minas de azufre dejaron de ser rentables. Se obtenía mejor mineral con menor coste y más cerca de los lugares desde los que se distribuía. Finalmente la empresa propietaria optó por su cierre y desmantelamiento.

Se vendieron las vigas y todo lo aprovechable y de lo que quedó también se expolió gran parte. Hoy en día es difícil reconocer lo que fue el barrio de las minas con sus casas cueva excepto para aquellos que lo conocieron.

Las casas cueva

Por suerte para los que nos hemos acercado aún podemos encontrar algunos de sus vestigios. Os recomendamos la visita al barrio para ver las casas cueva y visitar la ermita. Está construcción religiosa también ha sido restaurada y en su interior podemos observar una maqueta que nos enseña cómo era el barrio en sus mejores tiempos.

En Hostería La Barbacana os podemos dejar las llaves para que la visitéis. Eso si os pedimos el máximo respeto para que después de vosotros otras personas puedan conocer la ermita y las casas cueva.

Podéis ver también lo que queda de los antiguos hornos y de las galerías de la mina. Todo ello con la máxima precaución por favor. Nadie se encarga del mantenimiento de todo esto y hay que andar con cuidado.

¿Cómo llegamos a las casas cueva?

Es muy fácil. Desde Tramacastiel debemos volver a bajar a la carretera nacional 330. Una vez en ella hemos tomar dirección Cuenca. Nos adentraremos ya en el territorio valenciano del Rincón de Ademuz hasta llegar al cruce que nos lleva a Riodeva.

Tomaremos esa carretera atravesando el puente que cruza el río Turia y seguiremos en dirección a Riodeva. Una vez hayan transcurrido unos cuatro kilómetros y medio veremos a nuestra izquierda un cartel metálico que nos indica el camino que hemos de tomar y distinguiremos algo más arriba algunos vestigios del antiguo pueblo.

Tomamos el camino y aparcamos un poco más arriba.

¡Ya podemos comenzar la visita! Tanto del barrio minero y las casas cueva como de lo que fue la antigua mina y hornos.

Os animamos a que lo hagáis porque merece la pena.

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